Los idiomas y los españoles, un tandem que se puede considerar como “trending topic” dadas las encuestas que nos sitúan en los últimos puestos a la hora de hablar otros idiomas. Y no es que seamos mejores o peores en esta materia, pero cierto es que tras muchos años de estudio parece ser que el enfoque que le hemos dado al tema del aprendizaje de idiomas está mal planteado, ya sabéis, mucha teoría y poca práctica.
Tras completar cientos de ejercicios cuyo enunciado dice: fill in the gaps, aprender listas interminables de vocabulario o hacer las famosas redacciones de máximo 500 palabras, nos encontramos con que podemos tener cierto dominio de la gramática y una amplio vocabulario, pero la parte hablada y de escucha suele ser de las más débiles; nos falta fluidez y nos cuesta entender. Todos nos hemos visto en esa situación cuando hemos salido por primera vez al extranjero de “Dios mío! Pensaba que sabía inglés y no entiendo nada de lo que me dicen!!!”, y la cosa empeora cuando tampoco te entienden a ti.
Fallamos pues en la parte más importante, ya que en el mundo real se espera que utilicemos el idioma principalmente de manera oral. Aquí van algunos consejos que pueden mejorar una de las partes más débiles, la pronunciación:
Seguro que en algunas de las clases a las que has asistido has trabajado las reglas de pronunciación, repásalas y sobretodo recuerda las irregularidades.
Intenta poner más énfasis en la entonación y no caer en el tono monótono que nos caracteriza. Cada idioma tiene una entonación diferente, no hables inglés como si estuvieras hablando español.
Si eres consciente del ritmo y pronunciación de las palabras, de cómo suenan en inglés, verás como vas mejorado.
Ten en cuenta como finalizan las palabras, terceras personas del singular, terminaciones del pasado de verbos regulares, etc.
Intenta mantener un control sobre la cadencia en la conversación, así te permitirá tener más control sobre lo que estás diciendo, como lo pronuncias, etc. No es tan importante que hables deprisa como que hables correctamente.
Es bueno utilizar todos los recursos que tienes a tu alcance, por ejemplo escuchar la música que te gusta y ponerla en práctica, o ver películas en inglés con los subtítulos en ingles para que puedas identificar la palabra escrita con la pronunciación adecuada.
La fonética que aparece al lado de la palabra que busques en el diccionario te indicara como se pronuncia.
Practica leyendo algún artículo como ejercicio diario y libros en inglés, y cuando leas hazlo en voz alta, mejoraras la pronunciación.
Grábate mientras hablas, éste es un ejercicio muy efectivo para que tú mismo puedas darte cuenta de cómo hablas e identificar los errores que cometes y de los que no eres consciente en el momento en que estás hablando.
No olvides que la manera más eficiente es la práctica con otras personas, aprovecha de la extensa oferta para hacer cursos en el extranjero porque es definitivamente la mejor forma, así como disfrutar de los recursos que tenemos en muchos sitios como intercambios lingüísticos en bares, redes sociales de idiomas, etc.
Soy la coordinadora internacional de Interlink y me encanta poder ser el “trampolín” para aquellas personas interesadas en vivir una experiencia en el extranjero para aprender un idioma.
Y es que me apasionan los idiomas, los diferentes países y sus culturas desde que me trasladé a Inglaterra para estudiar, donde comencé un periplo de 5 años durante los que también viví en Francia y en Méjico.
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