Un regalo para mi profesora de inglés

Participante: Natalia Rico Aragón, del blog Me salen alas

Pongámonos en situación. Madrid. Febrero… no un febrero normal, un febrero HE-LA-DOR de esos en los que estás deseando llegar a cualquier lugar con tal de no estar en la calle.
Protagonistas: mi profesora de inglés y a la vez amiga Pili. Una gran amiga y una gran profesora pero tiene un defecto ENORME: es más puntual que un novio feo y siempre, siempre, siempre llega antes que yo.

Debe ser que como es profesora de inglés … tiene lo de la puntualidad británica tatuado a fuego. ¡¡Pero si la última vez llegué a menos cinco y ella llevaba allí desde menos diez!!

Yo no soy impuntual sino que intento hacer con el tiempo lo que se llama “cinco minutos pueden ser diez, dependiendo de cómo lo mires….” Vamos, que soy un desastre con lo de la puntualidad, nunca llevo reloj y no soporto que la gente sea una esclava de su agenda.

Todo empezó una noche que mi amiga Pili y yo íbamos a quedar para hacer una clase de conversación, cenar y tomar una copa. Necesitaba una clase express antes de mi examen del lunes y tenía que quedar como fuera con ella. Habíamos quedado a las 9 de la noche, era viernes y como trabajo hasta las 6 solo tenía un par de horas para ir a comprar, al gimnasio, echar unas cartas, devolver unos zapatos, llegar a casa, cambiarme y salir pitando al lugar de nuestra cita. Estaba obsesionada con no llegar tarde porque mi amiga Pili es una persona, como os decía, súper puntual y no quería hacerla esperar pasando frio en la Plaza de Callao en pleno febrero.

Pensaba en ella…solita… sin batería en el móvil… con el cardado chafado porque su amiga llegaba tarde y se le ha olvidado el paraguas… no, no, no… no soportaba ese pensamiento.

Además…el que alguien te repita “¿vas a llegar tarde? ¿vas a llegar tarde? ¿vas a llegar tarde?” como asegurando que realmente es que vas a llegar tarde (otra vez) es algo que me genera un stress enorme y una presión insoportable. Por eso, desde las dos de la tarde ya estaba concienciada con que NO PODIA LLEGAR NI UN MINUTO MÁS TARDE DE LAS 9 BAJO NINGÚN CONCEPTO.

18.00 horas. Salgo del trabajo.

Lo tenía todo listo para llegar a las 18.30 al gimnasio y salir a las 19.15. Tres cuartos de hora sin compasión, machacándome a cardio… Estaba un “pelín ajustado” pero me daba tiempo fijo.

19.30 horas. Llego a casa. Corriendo claro pero con la firme intención de no entretenerme ni un minuto y llegar a “las nueve cero cero zulú”. Había que empezar a mirar la APP de la EMT de cuánto tiempo falta para que pase el autobús que me llevaba a mi destino. Ducha, maquillaje, look completo, algo de perfume, coger el bolso… todo listo.

“Esta vez… sí que sí” me convencí a mí misma…

20.15 horas. La APP me indica que el autobús pasa en minutos.

“Genial, me da tiempo para abrocharme el abrigo, ponerme las botas y… como pasa por la puerta,” hasta me da tiempo a coger la basura y tirarla en el contenedor del portal. Pili, esta vez voy a llegar antes que tú ¡ja!”. Qué gran idea…

Cojo la bolsa de basura. Que llena estaba, parecía que me estaba esperando con carita de “oye, no te olvides de sacarme hoy o amenazo con crear organismos vivos en tu piso de soltera… es decir, que cuando llegues esta noche…compartirás piso”

Me cierro el abrigo. Salgo, Cierro la puerta y cuando llego al portal….

¡¡EL AUTOBÚS ESTÁ EN LA PARADA A PUNTO DE IRSE!!!

¡¡NOOOOOO….!!

Toca salir corriendo haciendo señas con los brazos. Moño “párriba”, moño “pabajo” pero ese autobús lo tenía que retener como fuera en aquella parada ¡¡no se podía ir sin mí!!

Salgo corriendo y consigo cogerlo ¡¡voy a llegar!!

“Sí, lo conseguí” me dije subiendo ya despeinada pero con el orgullo de que esa noche no iba a llegar tarde.

Y de repente me doy cuenta de que… He subido al autobús ¡¡CON LA BOLSA DE LA BASURA EN LA MANO!!! No sabía ni dónde dejarla para sacar el Metrobus. Ups… Trago saliva y dignamente como si fuera un bolso de Carolina Herrera, me la pongo al hombro (asomándose un tetrabrik vacío de leche) y me siento. Crucé Madrid 40 minutos con mi bolsa de basura realmente apestosa entre las piernas y… sí…

Pili llegó antes que yo pero… creo que por reírse de mí durante toda la noche, le compensó esperar aquella vez.

• Acerca de
• Últimas entradas

Teresa Santafé

Hace ya unos cuantos años que fundé Interlink con la ilusión de ayudar a otras personas a vivir la gran experiencia que yo misma había vivido aprendiendo inglés en el Reino Unido.

Soy una persona muy activa, me encanta el deporte pero también el cine, la lectura y, sobre todo, viajar. Cada año visito varias de las escuelas con las que trabajamos para poder ofrecerte información de primera mano, compartiendo las impresiones a través de este blog.

Últimas entradas de Teresa Santafé (ver todo)

• ¿Por qué hacer un curso de inglés en Waterford? - 24/11/2023
• Electronic Travel Authorisation ETA Reino Unido - 18/10/2023
• Gap Year en Reino Unido – International Study Year en un college británico - 20/09/2023