Se acerca el verano, y en
Interlink queremos seguir ofreciéndote opciones para pasar las vacaciones de la forma más agradable y con la posibilidad de estudiar inglés al mismo tiempo. Ahora te damos la oportunidad de hacerlo en familia con el nuevo programa que ofrecemos en la fantástica ciudad inglesa de Canterbury.
Una oportunidad única de aprovechar las vacaciones para que los niños aprendan inglés desde pequeños, viajando al extranjero en compañía de los padres, y de que éstos a su vez puedan perfeccionar el idioma con los programas diseñados especialmente para familias.
La ciudad elegida es Canterbury, el lugar ideal para pasar unas vacaciones y aprender inglés. Es una preciosa ciudad en el condado de Kent, al sureste de Inglaterra, a 90 minutos en tren de Londres y a 25 minutos de las maravillosas playas de Herne Bay y Whistable. Su historia ha dejado en ella monumentos tan importantes como la catedral gótica más antigua de Inglaterra, los restos de la abadía de St Agustine y la iglesia de St Martin, Patrimonio de la Humanidad, o el castillo medieval. Pero esta ciudad es conocida sobre todo por servir de inspiración para una de las obras cumbre de la literatura medieval inglesa, “Los cuentos de Canterbury”.
Aun con todo este rico pasado histórico Canterbury es una ciudad muy actual y moderna, con todo tipo de facilidades para el visitante como hoteles de todas las categorías, restaurantes, cafés, tiendas y numerosas instalaciones de ocio para todas las edades, y que siempre ofrece algo que ver o hacer. La vida social es muy activa en gran parte gracias a sus dos universidades, que atraen cada año a miles de estudiantes dando a la ciudad un ambiente muy juvenil.
El centro se puede recorrer fácilmente a pie, pues resulta muy agradable pasear por sus calles viendo todos sus monumentos y parar a descansar en una de sus muchas zonas verdes. Para tomar un respiro también se puede dar un paseo en barca por el río. Si lo que se desea es salir de la ciudad y buscar un lugar tranquilo, el condado de Kent ofrece parajes inigualables, por algo se le conoce como el “Jardín de Inglaterra”. En sus parques como Wildwood Wild Animal Park o Druiston Park se puede conocer la naturaleza y la fauna del lugar, y pasar un día relajado fuera del bullicio de la ciudad. Otra opción es pasar el día en algunos de los pequeños y pintorescos pueblos costeros cercanos como Herne Bay o Whistable, con agradables playas de arena en las que pasear, tomar el sol o bañarse.
El centro que organiza estos programas cuenta con 40 años de experiencia en la enseñanza del inglés, y ofrece un servicio de la más alta calidad. El programa está organizado de tal forma que mientras los padres están en clase, los hijos de entre 8 y 17 años asisten también a clases especiales de verano para menores con otros estudiantes de su edad, y los más pequeños (desde los 5 años) se divierten mientras aprenden inglés en la clase “Playtime”, en la que realizan actividades y juegos que les permiten aprender el inglés de una forma divertida. Empezar a hablarlo desde pequeños es la mejor forma de aprender un idioma, pues los niños tienen una capacidad especial para aprenderlo de una forma natural sin apenas esfuerzos, adquiriendo una base sólida que les va a permitir un aprendizaje total de la lengua, algo que ya de mayor es muy difícil conseguir y además supone un esfuerzo mucho mayor. Hay que tener en cuenta que los niños en edades tempranas son capaces de aprender una lengua igual que han aprendido la suya propia.
Las clases tienen lugar generalmente por las mañanas, de tal forma que las familias tienen las tardes libres para estudiar, relajarse en la playa, visitar la ciudad y alrededores o participar en alguna de las actividades que la escuela propone dentro del programa social. Por las tardes se organizan visitas para conocer numerosos lugares como la catedral, el parque Dane Jon en el que se organizan diversos eventos, o el museo romano de Canterbury entre otros muchos. Además de estas visitas por las tardes, los fines de semana se organizan excursiones a ciudades como Londres, Oxford o Cambridge, y a lugares de interés como el Castillo de Hever, el Castillo de Dover o el Parque de Howletts y el Port Lympne Wild Animal por citar algunos ejemplos.
Las opciones de alojamiento son apartamentos o casas adecuadas para familias con hijos de cualquier edad, y muy bien situadas cerca del centro de la ciudad y de la escuela. Además siempre se van a encontrar en las proximidades otras familias que también estén estudiando en la escuela. Todos los alojamientos están totalmente equipados y cuentan con un servicio de limpieza semanal.
No lo pienses más y aprovecha esta fantástica oportunidad de pasar unas vacaciones diferentes con tu familia, conocer una ciudad mágica y aprender inglés ¡Que más se puede pedir para este verano!
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