El ruso, un idioma en auge para trabajar en España
Dentro de Europa, España es uno de los destinos turísticos por excelencia, pero la nacionalidad de los turistas que estamos acostumbrados a recibir está cambiando. Si generalmente el turismo inglés y el alemán era el más numeroso, últimamente está siendo desbancado por una nueva nacionalidad, la rusa. La clientela rusa se ha multiplicado considerablemente en los últimos años en nuestras costas, atraídos por el clima, las playas, la buena comida y los precios asequibles. El destino estrella para estos nuevos visitantes es la Costa Dorada, pero también se ha visto incrementado considerablemente en lugares como Tenerife o la Costa Brava. Esto nos hace pensar que en muchos hoteles, bares, restaurantes, tiendas, inmobiliarias, etc. de las zonas turísticas, al cartel de “se habla alemán”, pronto habrá que añadir el de “se habla ruso”. Los hosteleros y comerciantes son conscientes de que toda facilidad que se ofrezca al cliente es un punto a favor para el negocio, por lo que la demanda de personal que hable ruso está aumentando.
Ante estas expectativas hemos ampliado nuestra oferta de cursos, para ofrecerte la posibilidad de estudiar ruso en dos de las ciudades más interesantes de Rusia, Moscú y San Petersburgo.
Moscú, la capital, es una gran metrópolis de unos once millones de habitantes, que alcanzó su máximo auge a principios del siglo XX cuando se convirtió en la capital del imperio soviético. La ciudad se desarrolló ampliamente con grandes avenidas y edificios colosales símbolo del poder. Una nueva arquitectura empezó a convivir con los restos de la antigua Moscú zarista; las catedrales, el Kremlin, los teatros y los grandes palacios se mezclaron con enormes moles de hormigón y los típicos rascacielos escalonados, los parques y jardines, con las nuevas avenidas y plazas, todo para convertirla en una ciudad que hoy en día resulta de un gran interés por el contraste de estos dos pasados tan diferentes, pero que se sirvieron de la arquitectura y la imagen de la ciudad con propósitos similares. Actualmente Moscú está resurgiendo tras décadas de inestabilidad como una gran ciudad abierta al mundo, y ofrece un panorama cultural, artístico y de ocio muy interesante. Una ciudad moderna, que conserva la esencia del pasado.
San Petersburgo resulta bastante diferente; la antigua Leningrado no vivió ese esplendor de la época soviética, y se quedó con la grandeza de la época imperial rusa cuando los zares la convirtieron en capital y construyeron allí sus grandes palacios y residencias de verano, grandeza que aun conserva hoy en día a pesar de la turbulenta historia vivida a lo largo del siglo XX. Bañada por las aguas del río Neva y por los canales, San Petersburgo es una ciudad ideal para pasear por sus calles admirando sus monumentos y descubriendo sus rincones, o para dar un paseo en barco sobre todo en la época de las noches blancas, cuando el crepúsculo dura casi toda la noche y la gente vive la fiesta en las calles hasta el amanecer. La monumentalidad de esta ciudad queda reflejada sobre todo en sus palacios como el Hermitage, hoy en día convertido en uno de los museos más importantes del mundo, y los palacios suburbanos construidos por los zares como residencias de verano, como Petergoff, conocido como el “Versalles ruso”, o el palacio de Catalina en Pushkin entre otros.
En cualquiera de las dos ciudades que elijas te ofrecemos cursos de las mismas características, en escuelas especializadas en la enseñanza del ruso a extranjeros acreditadas por los organismos correspondientes. Las escuelas están situadas en zonas céntricas en ambas ciudades, y cuentan con profesores cualificados y experimentados. El estudiante puede hacer su curso en grupos reducidos de 12 estudiantes como máximo, con 20 o 25 clases semanales, o bien avanzar de forma más rápida con clases particulares diseñadas específicamente según sus necesidades. Si lo que se quiere es tener un título oficial de ruso, también se puede hacer un curso de preparación para los exámenes oficiales TRKI y hacer el examen bien en la Universidad de Moscú o en la de San Petersburgo. En cuanto al alojamiento se puede elegir entre vivir con una familia, lo que ofrece la posibilidad de practicar el idioma y de experimentar una inmersión total en la cultura y forma de vida rusa, o bien vivir en un piso compartido con otros estudiantes.
Además de las clases, las escuelas organizan un programa social con un montón de actividades, visitas y excursiones, para que los estudiantes aprovechen al máximo su estancia, conozcan la ciudad y alrededores, la cultura y la historia rusa. Este programa social es además una gran oportunidad para relacionarse con el resto de los compañeros y los profesores fuera del aula, lo que permite la posibilidad de seguir practicando el ruso en situaciones prácticas, y sobre todo una forma de divertirse y hacer amigos. Tanto Moscú como San Petersburgo son ciudades con mucho que ver y hacer, con una gran vida cultural y una animadísima vida nocturna. Visitas a museos, monumentos, representaciones de ballet, conciertos, paseos por la ciudad, fiestas, degustaciones de vodka, todo esto y mucho más te espera si haces tu curso de ruso en Moscú o San Petersburgo.
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