En los últimos meses varias personas nos han pedido información sobre cursos de ruso en Rusia, y viendo el creciente interés que empieza a darse por este idioma en nuestro país hemos decidido hacer una visita a las escuelas con las que trabajamos en Moscú y San Petersburgo, con el fin de poder asesorar e informar mejor a nuestros estudiantes. La experiencia ha sido inmensamente grata, ya que ambas ciudades nos han encantado y también las escuelas. Os vamos a contar un poco sobre las mismas.
Moscú es una gran ciudad de unos once millones de habitantes, la más grande de Europa, y también una de las más interesantes por su historia y su cultura; es una ciudad diferente a cualquier otra que podamos conocer. A pesar de su gran tamaño no es complicado moverse por ella, gracias al efectivo y rápido metro, cuyas estaciones son auténticas obras de arte. El centro urbano es una circunferencia de unos seis kilómetros de diámetro, en cuyo centro se encuentra el Kremlin y la Plaza Roja. Alrededor de esta circunferencia se encuentran distribuidas las nueve estaciones de tren de las que dispone la ciudad, que conectan con otras partes del país e incluso con otros países. Precisamente junto a una de estas estaciones, Blorussky Vokzal, se encuentra nuestra escuela de ruso, a un paso de la estación de metro del mismo nombre a solo tres paradas del centro. Es una escuela pequeña que ofrece todas las facilidades y atenciones al estudiante, con un personal muy amable, y lo que es más importante, con la posibilidad de alojarse en el mismo edificio en un piso compartido. Para quienes quieran sumergirse más en la cultura rusa pueden elegir la opción de alojarse con una familia anfitriona.
Moscú es una ciudad en la que se puede pasar mucho tiempo y siempre tener algo nuevo que ver. Desde sus parques a su monumentos, pasando por infinidad de museos de arte, de personajes ilustres como escritores o compositores, etc. Pasear por sus calles es todo un espectáculo, las vistas del Kremlin desde la orilla del río Moskvá, las cúpulas de las iglesias bizantinas y los grandes rascacielos neogóticos construidos bajo el mandato de Stalin que emergen por cada rincón, las agradables calles peatonales como la histórica Arbat o las nuevas en la zona de Tverskoy en las que puedes ir de compras o comer en un moderno café; cada zona de la ciudad tiene su encanto personal. La vida cultural también tiene un peso importante en Moscú, con numerosos teatros, entre los que destaca el gran Bolshoi, centros culturales, museos, y también una animada y variada vida nocturna.
San Petersburgo es una ciudad diferente, más pequeña (tiene unos cuatro millones y medio de habitantes) y más parecida a otras ciudades europeas. En ella permanece principalmente el recuerdo de la ciudad imperial; los grandes palacios e iglesias, la fortaleza de Pedro y Pablo, las avenidas en las que se conserva toda la arquitectura de los siglos XVIII y XIX, las bonitas calles con los canales, todo esto no ha dejado apenas lugar para la huella soviética. San Petersburgo tiene también una amplia tradición cultural, de ella han surgido importantes escritores, artistas y movimientos culturales rusos, y cuenta con numerosos museos de los que destaca el gran Ermitage, además de diversas galerías y espacios culturales que acogen arte contemporáneo en todas sus manifestaciones.
Nuestra escuela de ruso en San Petersburgo se encuentra en pleno centro de la ciudad, al lado de los jardines Mijailovski y a un paso de la avenida principal de la ciudad, Nevsky Prospect, y del Ermitage. Ocupa la última planta de un bonito edificio, y al igual que la de Moscú ofrece todas las facilidades para los estudiantes, y un programa social muy variado, en el que destaca la popular fiesta del vodka, a la que acuden también estudiantes rusos que estudian otros idiomas en el centro, los talleres de cocina en restaurantes rusos, las representaciones del ballet ruso y las visitas a los lugares más interesantes de la ciudad y sus alrededores entre otras actividades.
La impresión que nos hemos llevado es que la escuela de San Petersburgo es más apropiada para los estudiantes con un nivel de ruso de principiante o muy bajo, ya que ésta es una ciudad más cómoda por ser más pequeña y más fácil para moverse y comunicarse sin conocer el idioma, pues los rótulos de calles y transporte están en inglés, y la gente por lo general lo habla más inglés que en Moscú. Para quienes tienen cierto nivel de ruso cualquiera de las dos opciones resulta igual de interesante, y también existe la posibilidad de hacer parte del curso en una ciudad y parte en otra, lo cual es una gran oportunidad para conocer la dos.
Os animamos a aquellos que queréis aprender ruso o ya lo estáis haciendo a vivir una gran experiencia y conocer la cultura y la forma de vida rusa desde dentro, en Moscú o en San Petersburgo, porque seguro que os va a gustar tanto como a nosotros.
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